España avanza en la adopción de la IA y se acerca al promedio europeo
Casi una de cada cinco empresas españolas ya utiliza sistemas de IA, aunque el uso intensivo sigue siendo limitado y las pymes enfrentan mayores barreras.
La inteligencia artificial (IA) está dejando de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta de trabajo cada vez más presente en el tejido empresarial español. Según el último Boletín Económico del Banco de España, aproximadamente un 20 % de las compañías en el país declara utilizar algún tipo de sistema de IA, lo que sitúa a España en una posición intermedia respecto a otras economías europeas.
El informe revela que la mayoría de las empresas emplean estas tecnologías de forma experimental o en usos muy concretos, como análisis de datos o mejora de procesos administrativos, mientras que los proyectos de adopción intensiva aún son minoritarios. El patrón muestra además una fuerte diferencia entre grandes corporaciones y pequeñas y medianas empresas (pymes), estas últimas con mayores dificultades para destinar recursos económicos y humanos a proyectos de digitalización avanzada.
Uno de los retos señalados por el Banco de España es la escasez de talento especializado. Muchas compañías reconocen que carecen de personal formado en IA y de una hoja de ruta clara que vincule la tecnología con sus objetivos de negocio. Este vacío estratégico explica por qué, pese a la inversión creciente en digitalización, una parte significativa del tejido empresarial todavía no ha conseguido extraer todo el potencial de la IA.
En paralelo, la creación de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), junto con la entrada en vigor del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (AI Act), busca garantizar un desarrollo seguro, transparente y responsable de estas tecnologías. Estas iniciativas regulatorias pretenden dar confianza a empresas y ciudadanos, reforzando la protección de derechos fundamentales y el uso ético de los algoritmos.
Los expertos coinciden en que España tiene una oportunidad para situarse a la vanguardia si consigue superar las brechas de talento y acompañar a las pymes en el proceso de transformación digital. La adopción de la IA no solo se percibe como un elemento de competitividad económica, sino también como una vía para generar valor añadido en la sociedad, optimizando servicios, mejorando la eficiencia y liberando tiempo para tareas de mayor impacto humano.